Hoy sábado he querido
dedicar mi tiempo a divulgar. Vuelvo a ofrecer estas fotografías, este escrito
con la única intención de aportar conocimientos.
La labor del
odontólogo está centrada en la clínica, en el gabinete. Quedó atrás esa visión
del estomatólogo que en esa parte de la clínica donde estaba el laboratorio,
veía, comprobaba el resultado de esas impresiones vaciadas en escayola, los registros,
mordidas o la fabricación de sus prótesis. Quedaron atrás esos tiempos y la
figura de técnico en prótesis dental vino a ocupar esa labor que el
estomatólogo necesitaba derivar.
En los tiempos
actuales la información que nos traslada la clínica es recibida en el laboratorio.
En nuestro trabajo
diario vamos viendo materiales, técnicas de impresión e incluso empleo tiempo
en conocer los materiales que tienen a disposición las clínicas. A más de uno
os he preguntado sobre vuestros materiales, mi única finalidad enseñar que lo
que funciona hay que utilizarlo en nuestro trabajo diario.
A veces me preguntan
las clínicas, porque no me gusta el polisulfuro, si es un buen material para
reproducir mucosa. Mi formación viene tras años de trabajo, de estudio y de no
permanecer siendo conformista con los resultados pues siempre he pensado en la
evolución de las profesiones, de los materiales. Siempre deberíamos aspirar a
la excelencia, y precisamente por esto me encuentro con los dedos puestos en
este teclado.
Como explicaba en
anteriores párrafos, el odontólogo, los materiales que utiliza en el gabinete,
la valoración suya de ser ese material y no otro viene por diversos motivos. Las
fuentes amplias: material aconsejado por el catedrático; por el comercial; por
un compañero de profesión; el odontotécnico, etc.
De las propiedades del
polisulfuro solo decir como odontotécnico, que, como material para reproducir mucosa
perfecta, pero que aun así, en toda técnica a aplicar se debería conocer las
indicaciones del fabricante, siempre hay algo nuevo que aprender y que hay
diferentes consistencias de materiales para diversas técnicas. Dependiendo de
cada caso se debe tener la visión de lo que hay que hacer, de qué forma
registro la información en el gabinete para trasladarla al laboratorio para que
el resultado sea lo más fiel a la boca del paciente.
Unas imágenes valen
más que mil palabras.
La primera impresión
de silicona, aunque se vea la prótesis en prueba con la silicona alrededor, el
caso es que no he fotografiado la impresión de arrastre de alginato con esa
prueba antes de haberla vaciado.
Se pueden comprobar el
modelo obtenido, la definición de la escayola en las piezas del paciente,
cuellos, mucosa y ausencia de rebabas.
El segundo caso
impresión de polisulfuro y arrastre de alginato. Si observamos la información
de piezas del paciente, distorsiones que obligan al laboratorio a descartar esa
impresión pues si se terminase ahí no se podría asegurar la exactitud en su
ajuste, inserción, ajuste de ganchos o topes oclusales etc, etc.
La información de esa
última impresión para el acabado de la prótesis es de vital importancia,
siempre la aconsejo, la información que se obtiene de esa posición en la prueba
de dientes, con todos los ajustes y correcciones realizadas en clínica van a
aportar para su acabado una mayor exactitud.
Espero y deseo que
este tiempo empleado sirva para que podamos obtener mejores resultados en
nuestro trabajo diario.