Tras 34 años viviendo unido a esta profesión de odontotécnico, muchas han sido las razones de querer tener este espacio para poder publicar todo aquello relacionado con el mundo de la prótesis dental, el cual debo decir que tiene un poder de seducción y atracción enorme.
El precio del aprendizaje.
Creo que cuando se llega en este momento de la vida y ves tus hijos, uno en la edad de los 21 años y otro en los 16, me pasan por la cabeza recuerdos de la decisión que tomé a mis 16 años. Tenía 16 años, tenía mi graduado escolar y no quería seguir estudiando, mis únicas pretensiones era entrar en el mundo laboral. Tenía las ideas muy claras y ese primer trabajo fue un laboratorio de prótesis dental. No entraba para repartir, ya que mi idea era aprender un oficio pues con el tiempo podría demostrar que sería un buen protésico dental.
Creo que fueron 10 años en esta empresa, en la que si había algo de bueno era que se te enseñaban unos valores a nivel profesional:
Calidad, esfuerzo, afán de superación, producción, rapidez...etc.
El precio era caro, pues los malos tratos psicológicos, era la tónica normal en un ser que creía ser un Dios en la profesión y los demás éramos escoria. Lo único que me aferraba a aquel trabajo, era el afán de seguir aprendiendo.
Desde que me despedí de esa empresa, año 1991, monté mi propio laboratorio MACD Dental, posteriormente Prótesis JARCO S.L, Clínica Dental y laboratorio de prótesis.
Me queda mucho camino por recorrer, pues en esta profesión se está aprendiendo continuamente y más cuando se tienen inquietudes y se disfruta haciendo el trabajo bien hecho. Aquellos años de aprendiz quedaron atrás, pero como todo en la vida, hay que aprovechar el tren y subirse, hay que aprovechar el momento pues tal vez con el tiempo, puedas arrepentirte de no haberte subido.
Espero que pueda mantener esta vía de unión entre aquellos que sientan interés por la prostodoncia.
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